Arturo Capdevila
Nació en Córdoba el 14 de marzo de 1889.
En ‘Córdoba del Recuerdo’ -escrito en 1922, uno de sus libros más queridos, según confiesa el propio Capdevila en el prólogo a la tercera edición- encontramos todo lo necesario para recrear el tiempo de su niñez: la composición familiar, la casa, el barrio, los juegos, los miedos, todo.
En su libro de poemas ‘Córdoba azul’ de 1940, habla de sí mismo,
Se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales, en la Universidad Nacional de Córdoba, donde fue catedrático de Filosofía y Sociología.
Mientras cursaba los estudios universitarios, fallecieron sus padres.
Vivió en su ciudad hasta 1922, donde fue magistrado y docente.
Ese año se trasladó a Buenos Aires, donde continuó su actividad docente y donde siguió escribiendo.
El diario ‘La Prensa’ lo nombró presidente de su Instituto Popular de Conferencias.
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1920, 1923 y 1931.
Su producción literaria fue muy variada: poemas, cuentos, teatro, ensayos.
Además de sus ensayos históricos, publicó escritos sobre filosofía de la salud, donde ofrecía soluciones a problemas como el cáncer, la lepra y enfermedades mentales.
Consideraba a la mala alimentación como responsable fundamental de nuestros males.
Fue profesor de Literatura en la Universidad Nacional de La Plata.
En 1949 recibió el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, por ‘El libro del bosque’, poemas publicado en 1948.
Fue Miembro de la Academia Nacional de Historia, formó parte de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Española de Lengua.
Tuvo una larga amistad con Miguel de Unamuno.
Falleció en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1967 a las 19 y 30, rodeado de familiares en su casa de Juncal 3575.
Allí, en el primer piso, fue instalada la capilla ardiente.
Hubo innumerables muestras de pesar y estuvo presente, entre otros, el ex presidente Arturo Illia, depuesto el año anterior por un golpe militar.
Mañana les amplío Capdevila.
En ‘Córdoba del Recuerdo’ -escrito en 1922, uno de sus libros más queridos, según confiesa el propio Capdevila en el prólogo a la tercera edición- encontramos todo lo necesario para recrear el tiempo de su niñez: la composición familiar, la casa, el barrio, los juegos, los miedos, todo.
En su libro de poemas ‘Córdoba azul’ de 1940, habla de sí mismo,
‘Érase allá un niño bueno,
y de ojos tan asombrados
que nunca Córdoba vio
niño que soñara tanto.
El niño que voy diciendo,
de los ojos asombrados,
en el umbral de su casa
se estaba siempre mirando
aquella azul cercanía
del poniente solitario:
horizonte siempre azul,
todo de color de engaño’
y de ojos tan asombrados
que nunca Córdoba vio
niño que soñara tanto.
El niño que voy diciendo,
de los ojos asombrados,
en el umbral de su casa
se estaba siempre mirando
aquella azul cercanía
del poniente solitario:
horizonte siempre azul,
todo de color de engaño’
Se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales, en la Universidad Nacional de Córdoba, donde fue catedrático de Filosofía y Sociología.
Mientras cursaba los estudios universitarios, fallecieron sus padres.
‘¿Qué me quedó siquiera de tus sagrados besos?
¿Qué me quedó de aquellas caricias de otro tiempo?
-También los enterramos, dirá el sepulturero. . .’
¿Qué me quedó de aquellas caricias de otro tiempo?
-También los enterramos, dirá el sepulturero. . .’
Vivió en su ciudad hasta 1922, donde fue magistrado y docente.
Ese año se trasladó a Buenos Aires, donde continuó su actividad docente y donde siguió escribiendo.
El diario ‘La Prensa’ lo nombró presidente de su Instituto Popular de Conferencias.
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1920, 1923 y 1931.
Su producción literaria fue muy variada: poemas, cuentos, teatro, ensayos.
Además de sus ensayos históricos, publicó escritos sobre filosofía de la salud, donde ofrecía soluciones a problemas como el cáncer, la lepra y enfermedades mentales.
Consideraba a la mala alimentación como responsable fundamental de nuestros males.
Fue profesor de Literatura en la Universidad Nacional de La Plata.
En 1949 recibió el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, por ‘El libro del bosque’, poemas publicado en 1948.
Fue Miembro de la Academia Nacional de Historia, formó parte de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Española de Lengua.
Tuvo una larga amistad con Miguel de Unamuno.
Falleció en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1967 a las 19 y 30, rodeado de familiares en su casa de Juncal 3575.
Allí, en el primer piso, fue instalada la capilla ardiente.
Hubo innumerables muestras de pesar y estuvo presente, entre otros, el ex presidente Arturo Illia, depuesto el año anterior por un golpe militar.
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Mañana les amplío Capdevila.
Gracias por esa ajustada sintesis ,recuperamos asi algo de ese hombre que fue Arturo Capdevila:alguien tomo cuenta de la edad que tenia cuando escribio el poema Melpomemene?oLa Fiesta del mundo,en un taller de adolescentes fue testigo de como los emocionaba y entusiasmaba su voz hoy viva
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