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Mostrando las entradas de agosto, 2010

La tierra vista desde el cielo

No recuerdo bien como llegué a conocer la existencia de Yann Arthus-Bertrand. Si no me lo ‘sugirió’ Saramago, fue Milan Kundera. Me inclino más por el checo, que además de escritor es fotógrafo y pintor. El francés Arthus-Bertrand es fotógrafo, nacido el 13 de marzo de 1946. Un apasionado de la naturaleza. En Kenia, a bordo de un globo, descubrió la belleza del planeta visto desde arriba. En 1991, fundó ‘Altitude’ un banco de imágenes aéreas, que reúne trabajos de fotógrafos de todo el mundo. Único en su género. Ha publicado alrededor de 70 libros, pero sin lugar a dudas su obra más famosa es ésta, que el año pasado, incorporé a mi humilde patrimonio: ‘La terre vue du ciel’ (La tierra vista desde el cielo). Editado precisamente por Altitude. Libro que reúne unas ciento cincuenta fotografías de los cinco continentes, aunque el autor ha revelado que efectuó 500.000 tomas para producirlo. Cada página, de 22 x 30 cms, contiene una sola imagen. Cada fotografía es arte, entendida esta últ

'La palabra amenazada' II

En el prólogo de este, su libro, Ivonne Bordelois aclara que lo que ha tratado es de bosquejar una estrategia para el rescate de la palabra. Trabaja sobre dos líneas, una, denunciando las razones por la cual el sistema intenta aniquilar la conciencia lingüística, en un tiempo diseñado para la esclavitud laboral, informática y consumista; la otra, redescubriendo la energía de la palabra. ‘Se habla mucho de violencia en estos días. Hablar contra la violencia parece generar violencia'. 'Profetas que aúllan, pacificadores que abruman, políticos y periodistas que ensordecen, rockeros que deliran: de este estruendo surge en nosotros un vehemente deseo de fuga a un lugar de silencio y de paz’. ‘Cuando se mediatiza el lenguaje, cuando se lo considera sólo una mediación para otra mediación –porque la comunicación se pone al servicio del marketing, el marketing del dinero y así sucesiva e infinitamente- nos olvidamos que el lenguaje es ante todo un placer, una forma, acaso la más eleva

'La palabra amenazada' de Ivonne Bordelois

He leído a esta autora que merece ser tenida en cuenta, porque en los tiempos que corren la degradación de la palabra no tiene miras de detenerse. Es un trabajo que bien vale que estuviera en la biblioteca de quienes trabajan con la palabra como herramienta: trabajadores de los medios de comunicación oral o de la prensa, docentes, y aun de todos quienes no ostentamos ningún espacio de poder. Estoy seguro que en algún otro momento, y en este sitio, debo haber dicho que debemos usar la palabra, en todo momento, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, para revelar y revelarnos. En definitiva el poder (político, económico, militar, eclesiástico, empresarial, sindical, etc.) nos ha manejado históricamente con la palabra. Ivonne Bordelois nos dice que si se destruye la palabra, fuente de identidad y de esperanza, surge el empobrecimiento de nuestra propia comunidad. ‘La palabra es la única institución democrática que aún nos queda funcionando’. Cuando la palabra está amenazada, se

Hamlet Lima Quintana

Días atrás incorporé dos libros de Hamlet Lima Quintana que se suman a otras obras que tengo del poeta. Ambos ejemplares forman parte de una antología compaginada por Dora Gianonni, la última compañera de Armando Tejada Gómez, a la postre amigo de Hamlet. ‘Si uno no protegiera las flores del vecino Como un buen jardinero que da los buenos días, Si no se condoliera con las malas palabras, Esas que como el hambre desnutren la sonrisa, Si no confiara en todo lo que crece a su lado Estaría apostando por la mala baraja Y andarían los sueños huyendo por la herida’. (Contrapresagio) Hurgando, los encontré en una librería de Neuquén. ‘A veces el silencio Es la palabra justa. La que otorga hermosura, La flor del pensamiento. Por eso la palabra Debe ser pronunciada Como una ceremonia Porque fue generada Por el mejor silencio. La palabra no debe ser extensa Si no está bien pronunciada. Lo mismo que la vida Si no está bien vivida’. (La breve palabra) Es difícil encontrar libros de este autor argen

Carlitos

Los amigos no dan quebrantos. La vida sí. Por usar el posesivo de Miguel Hernández en circunstancia similar, diré que se me ha muerto Carlitos Rampellotto. Para decir desde cuando veníamos juntos en la vida con Carlos, siempre he hecho referencia a una antigua frase que hoy no funciona porque, por suerte, no existe el servicio militar obligatorio. ‘¿Si nos conocemos? ¡Hicimos todo el secundario y la colimba juntos!’ En efecto, con Carlitos(el nombre con que lo identificamos en aquella lejana juventud) hice los seis años del Comercial Nocturno de Regina. No es lo mismo lo que atan seis años en cualquier momento de la vida, que esos seis años que van del niño al hombre. Por si fuera poco, fueron nocturnos. Se me antoja que no es lo mismo la experiencia vivida a plena luz del día que seis años de noche. No estábamos juntos siempre. Nos encontrábamos a intervalos. Fue una amistad que no requería de la frecuentación. Pero como cualquier existencia de la naturaleza, uno sabe que está ahí. Nu