'La palabra amenazada' de Ivonne Bordelois

He leído a esta autora que merece ser tenida en cuenta, porque en los tiempos que corren la degradación de la palabra no tiene miras de detenerse.

Es un trabajo que bien vale que estuviera en la biblioteca de quienes trabajan con la palabra como herramienta: trabajadores de los medios de comunicación oral o de la prensa, docentes, y aun de todos quienes no ostentamos ningún espacio de poder.
Estoy seguro que en algún otro momento, y en este sitio, debo haber dicho que debemos usar la palabra, en todo momento, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, para revelar y revelarnos.
En definitiva el poder (político, económico, militar, eclesiástico, empresarial, sindical, etc.) nos ha manejado históricamente con la palabra.

Ivonne Bordelois nos dice que si se destruye la palabra, fuente de identidad y de esperanza, surge el empobrecimiento de nuestra propia comunidad.
‘La palabra es la única institución democrática que aún nos queda funcionando’.

Cuando la palabra está amenazada, se intimida el inmenso valor creativo, crítico, de la palabra, su fuerza germinadora desde donde nace la memoria, el conocimiento, el amor, la poesía, el canto.
‘El empobrecimiento léxico caracteriza a la capa de la población más lejana del proyecto educativo, y es una de las causas de su exilio del mercado laboral’.

¿Porqué se amenaza la palabra? porque es una amenaza para la sociedad de consumo, para el sistema que sostiene el mundo capitalista.
‘Con el lenguaje viene la reflexión, la crítica y un sentido estético. Hay que entender esto: si nosotros nos asentamos en las riquezas naturales del lenguaje, nos constituimos en una gran amenaza’.

Bordelois no se refiere a la palabra sólo como la facultad humana por excelencia sino como si tratase de una entidad viva indicando que su existencia configura nuestra vida y que su salud depende de nuestra responsabilidad.
'Confiemos en las energías sapienciales del lenguaje que está allí para decirnos y para constituirnos’.

Habla de la importancia que tiene la acción ‘ecológica’ de cuidar la palabra frente a los golpes de los depredadores.

La autora ubica en un bando a la civilización mercantilista, que con su procedimiento vulnera, empobrece y desgasta el lenguaje, y por el otro, a la poesía –que muchas veces puede aparecer en un tema musical- que mantiene viva la lengua, y porosa, y plástica y proclive a los cambios sin perder de vista la memoria, lo atávico.

Opone el silencio, la escucha atenta y hospitalaria, frente al lenguaje estentóreo de los medios masivos de comunicación al servicio estruendoso de la industria.

Bordelois considera que la imagen es más autoritaria que el lenguaje.
‘Cuando desfilan quinientas modelos anoréxicas, altas y lánguidas, eso penetra más hondo que cualquier palabra que se pueda oír o decir. Hay un bombardeo continuo y un lenguaje que se ve reducido por la imagen. La imagen tiraniza a la gente’.

La investigadora tiene la impresión que ‘a pesar de la cacareada diversidad y riqueza del mundo actual, con toda su tecnología mediática, la franja de experiencia musical y poética de nuestro chicos se ha restringido’.

Asegura que no quiere incurrir en el lugar común de que todo tiempo pasado fue mejor, pero considera que en la cumbia y el rock que practican los jóvenes actuales hay muy poco espacio para expresiones musicales y letrísticas que alimentaron nuestras vidas a través del tango, el folklore y los boleros.
‘Las poesías infantiles que aprendíamos de memoria en la escuela construían una especie de identidad cultural del país’.

Considera que en la actualidad ‘se trata, más bien, de disfrazar la imagen de un globo voraz que alimenta su vacío con alaridos y aturdimientos, que, en lugar de abrir las mentes de los chicos las va sellando hasta reducirlos a zombis desapasionados y descerebrados’.

Para Bordelois amar las palabras no significa sepultarse en diccionarios, seguir arduas carreras de filología o lingüística, doctorarse en letras o preguntarse si es ‘apreto’ o ‘aprieto’.
Significa saber que ‘las palabras son como personas que nos asisten y presencian noche y día, que están alrededor nuestro, como seres atentos. Pueden asimismo ser amantes o amigos esquivos o enigmáticos, apuntando nuestra ignorancia; y como amigos o amantes, deseando reciprocidad. Deseando que las escuchemos, que las interpretemos’.

Guillermo Jaim Etcheverry considera que Bordelois pone énfasis en el poder del lenguaje como constructor de la nacionalidad. Apoya el movimiento de reconstrucción del lenguaje como elemento prioritario para una refundación social. El lenguaje hace al país.

En una charla ofrecida en una feria de libros la autora puntualizó que ‘hay programas de televisión que son una campaña lograda y eficaz de analfabetismo. Causan aturdimiento, le faltan el respeto a la imaginación, por la pasión que tienen a la vulgaridad. Cada hora perdida para la lectura e invertida en la televisión, en los mal llamados momentos de ocio compartidos en la cena familiar, son sesenta minutos de energía negativa contra los libros’.

Ivonne Bordelois nació en Alberdi, en el partido de Leandro N. Alem.
Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de UBA, realizó estudios lingüísticos en la Sorbona. Se doctoró con Noam Chomsky en el MIT, en Boston en 1974.
Fue 13 años docente de la cátedra de lingüística en el Instituto Iberoamericano de la Universidad de Utrech, Holanda.

No es lo mismo ‘expresar los sentimientos’ que ‘expresar los pensamientos’.
Asegura Bordelois que los pensamientos pueden explicitarse totalmente, pero alguna vez todos habrán experimentado que hay un fondo que se resiste a ser dicho cuando se trata de sentimientos, especialmente sin son profundos.
‘La música tiene la particularidad de ofrecer un lugar donde lo decible y lo indecible se entrelazan’ y ejemplifica ‘piensen en la canción “Bésame mucho”. Si consideramos su letra es una trivialidad, se diría que no existe de tan leve que es; pero es la intensidad de la música, la fluidez cálida de la melodía lo que transforma las palabras, alza los sentimientos a otra esfera y le arranca ese aroma de lo indecible’.

Para la poeta e investigadora el gran problema del siglo XXI será el de la comunicación subrayando la importancia del diálogo cultural con los chinos ‘de quienes no sabemos nada. Me parece que este siglo va a ser de los chinos y nuestra preparación es flagrantemente pobre’.

Se sabe que cuando una sociedad se siente despojada de todo necesita volver al inajenable útero del lenguaje.
‘Intuitivamente todos sabemos que el cuidado del lenguaje es la llave hacia el entendimiento más lúcido de nuestras posibilidades como comunidad y como individuos’.

Asegura que no todo está perdido.
Considera que los jóvenes tienen una enorme capacidad de innovar.
Fueron ellos los que implantaron los modismos ‘genia’ o ‘ídola’.
Ahora usan el ‘te amo’ normalmente, nuestra generación apenas si llegaba al ‘te quiero’.
‘Cuando en las telenovelas aparecen parejas que se expresan con un lenguaje terriblemente pobre, de una pobreza que te hace llorar porque no pueden entender sus propios sentimientos por la carencia de léxico, los medios están cometiendo un genocidio con los adolescentes’.

No, no todo está perdido.
Cuenta que hace un tiempo cuando vino Jorge Drexler a Buenos Aires ‘fui pensando que iríamos sólo unos cuantos viejos porque Drexler es demasiado poético. Me equivoqué. La única vieja era yo, estaba lleno de chicos jóvenes que coreaban la mayoría de las canciones. Estos son destellos de esperanza’.

Otros libros de Bordelois:
‘El alegre apocalipsis’
‘Correspondencia Pizarnik’
‘Un triángulo crucial: Borges, Lugones, Güiraldes’
‘El país que nos habla’
‘Etimología de las pasiones’
‘A la escucha del cuerpo’.

Como buena lingüista está todo el tiempo volviendo a la raíz de las palabras.
He aquí algunas etimologías.
Virus, en latín, tiene dos significados: esperma y veneno.
Embarazada es ‘la que no lleva cinto’.
Hospital y hostilidad, tiene orígenes comunes.
Blasfemar proviene de lastimar.
Insulto es algo así como ‘asalto a lo interior’.
Piropo es ‘ojo de fuego’.
Anorexia significa ‘ausencia de deseo’.
Amamantar tiene su raíz en amor.
La autora dice que las lenguas indoeuropeas aseguran que ‘sexo’ tiene que ver con ‘ira y locura’ antes que con ‘amor’; que ‘amor’ se relaciona con maternidad antes que con la pareja; que ‘varón’ se vincula con ‘violencia’ y ‘mujer’ con felicidad’. ‘Familia’ con ‘esclavitud’ (creo que alguna vez ya lo dije, ‘fámula’ era el sirviente o esclavo. La familia más notoria era la que tenía más fámulas. Por lo que ‘familia’ tiene que ver más con la ostentación que con la consaguinidad).

En ‘La palabra amenazada’ recrea el mito de Orfeo.
En esa versión Eurídice, que aquí es brasileña, le dice ‘si pudieras escucharme en vez de verme’.

En la próxima les dejaré frases textuales de Bordelois sacados directamente de los doce capítulos de ‘La palabra amenazada’.
Hasta entonces.


‘La palabra amenazada’-Ivonne Bordelois-Libros del Zorzal-Buenos Aires 2005.
‘www.revistalatrama.com’
Diario Río Negro. General Roca. Febrero 2006.
Diario La Nación-Buenos Aires. Junio 2003
Diario Página 12-Suplemento cultural Radar. Buenos Aires.
Revista ‘Ñ’-Buenos Aires. Abril 2009.
Diario La Nación-Buenos Aires. Abril 2010.
Diario la Nación-Buenos Aires. Mayo 2010.

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