Juan Carlos Dávalos

Su madre quería que fuera abogado, como su padre, Arturo León Dávalos.
Fue poeta, narrador.
Sus letras atraviesan la poesía, el teatro y la prosa.
Con la arcilla de los Valles Calchaquíes elaboró una escritura que lo llevó a ser reconocido internacionalmente.

Había nacido en la Villa de San Lorenzo (Salta) el 11 de enero de 1887.
Provenía de patriotas y realistas.
Por la línea materna procedía de una hermana de Martín Miguel de Güemes.
Por el lado de su padre descendía de Gervasio de Isasmendi, el último gobernador español de Salta.
Su padre falleció cuando Juan Carlos tenía trece años.
La herencia que le dejó fue una enorme biblioteca de autores universales.
Por esa época escribió sus primeros poemas.
Fue un peregrino, a la manera de Atahualpa Yupanqui, con quien hurgó en las piedras de rastros antiguos.
Caminó toda la puna, para volver de allí con profusas historias, con las antiguas coplas andinas que guardaban resabios del castizo español.
Plasmó su producción con palabras que no sólo le cantaron al paisaje y a la historia lugareña, sino que señaló al hombre.
Cantó su dolor y su esperanza, su recóndito destino que camina más cerca del olvido que de la memoria.
En sus versos están los coyas, que bajan en silencio, la cuesta del cerro.

Algún académico dijo que su obra era, por tanto, ripiosa.
Otro la llamó regionalista.
La mayoría lo ubicó a Dávalos como un escritor universal.
Juan Pablo Baliña en el diario ‘La Nación’ escribió que Dávalos supo unir en sus páginas el gesto sencillo de su región con la gravedad del universo.
A la simple observación la convertía en una reflexión profunda.

‘Viviendo yo en el poblado, tú en las breñas,
sin saber me edificas,
sin discurrir me enseñas
con esta noble vida que practicas’

No anduvo detrás de la clase acomodada.
No se encandiló con las luces de Buenos Aires.
Vivió siempre en Salta, entorno geográfico y humano de sus relatos; y estación de partida y llegada de todas sus travesías de estudios.
Llegó a ser Miembro de la Academia Argentina de Letras.
Fue traducido al Francés.
En sus pagos lo conocían como ‘Don Sanca’, por sus largas piernas.
Fue hombre de una sola mujer, María Celesia Elena, ‘Doña Chela’, que lo sobrevivió cuando él falleció, el 6 de noviembre de 1959, a la edad de 72 años.

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Juan Carlos Dávalos entregó su savia poeta a su hijo Jaime Dávalos y la música a su nieta Julia Elena Dávalos.

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En las antiguas páginas de los viejos manuales de la escuela primaria, de 40 ó 50 años atrás, y en el registro de los más memoriosos, viven todavía estos versos de Juan Carlos Dávalos.

‘Cazando vicuñas anduve en los cerros,
Heridas de bala se escaparon dos.
No caces vicuñas con arma de fuego,
Coquena se enoja -me dijo un pastor-

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La película ‘Güemes, la tierra en armas’ dirigida por Leopoldo Torres Nilson, con Alfredo Alcón y Norma Aleandro, estrenada en 1971, se basó en la obra teatral ‘La tierra en armas’ de Juan Carlos Dávalos.

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‘El viento blanco’, cuento por el que entré a la obra de Juan Carlos Dávalos y al que periódicamente vuelvo, tuvo un fracasado proyecto de ser llevado a la pantalla grande. Si no lo leyeron, vale hacerlo.
Relata las peripecias de un grupo de hombres andinos arreando ganado a través de la cordillera, desbordados por la fuerza del clima y las limitaciones humanas. La historia trepa a su climax con la inminente llegada de una tormenta de nieve. Al principio hay paz y humor, luego suspenso y finalmente terror. Diríamos que es un triller ubicado en el noroeste argentino.

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‘Portal Informático de Salta’ Diario ‘La Nación’. 24.04.2004 Prof. Alicia Poderti. Universidad Nacional.Salta. Diccionario Enciplopédico Larousse-Tomo V-Planeta- Barcelona.

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