Elisa Mújica

Un presidente argentino en un acto realizado en homenaje a Jorge Luis Borges, se refirió al escritor como ‘este gran novelista argentino’.
Borges jamás escribió una novela.
El apellido del presidente –que prefiero no mencionar- se leía tanto hacia la derecha como hacia la izquierda.

Hace algunos años asistí en Buenos Aires, en una Feria del Libro, a la presentación de ‘El paraíso en la otra esquina’ de Mario Vargas Llosa.
Quien expuso sobre el escritor fue un Secretario de Cultura de la Nación, quien me dejó perplejo.
Confesó que nunca había leído un libro de Vargas Llosa.
Cualquiera de quienes estábamos en la sala seguro que teníamos en nuestro haber varios libros leído del autor peruano.
Nadie tiene la obligación de leer ‘La casa verde’, ‘La ciudad y los perros’, ‘Pantaleón y las visitadoras’, ‘La fiesta del Chivo’, ‘La tía Julia y el escribidor’ o ‘La señorita de Tacna’; pero en este caso si no los leyó, si no incursionó en su literatura, tenía muy poco para decirnos.
Lo más lógico hubiese sido que deje el lugar a tanta gente que puede tener mucho para decir a favor o en contra de Vargas Llosa, que nos hubiese permitido ampliar el horizonte de conocimientos del escritor o que nos dejara el espíritu inquieto para las preguntas que se les pudieran formular.

Recuerdo los dichos de Ginés García, político, hoy embajador argentino en Chile, quien negó en octubre pasado, en la Feria del Libro del vecino país, que Argentina tenga escritores importantes vivos, y agregó que dichas ausencias estaban compensadas por la presencia, en la Feria, de Marcelo Bielsa, director técnico argentino del seleccionado chileno de fútbol.
En esa línea agreguemos que el representante argentino en la Feria del Libro 2010 de Frankfurt será Diego Armando Maradona.

Una española amiga me contó que a una Secretaria de Cultura de su país, en una entrevista periodística, le preguntaraon que opinión tenía sobre la obra de Saramago, y contestó que no tenía opinión formada por cuanto 'no había tenido tiempo de leer ningún libro de esa autora'.

Hace unos meses ingresé a Internet, y una página sobre efemérides literarias, anota que el 21 de enero es la fecha de nacimiento de la poeta Elisa Mújica.
Elisa Mújica es una escritora colombiana que ha publicado ensayos, crónicas, crítica y comentarios culturales, literatura infantil, ediciones prologadas y anotadas de clásicos colombianos, novelas y colecciones de cuentos.
Nunca poesía.

Habrán notado que escribo Mújica y no Mujica.
El apellido original de la escritora es vasco y de acentuación grave (como nuestro Mujica Lainez) pero ella lo convirtió en esdrújula porque –dicen- le sonaba mejor.
Nació en Bucaramanga –por tanto es santandereana- el 21 de enero de 1918.
Tenía 8 años cuando su familia se trasladó a Bogotá.
Vivió muchos años en el Barrio de La Candelaria.
Publicó un libro titulado ‘Cuentos para niños de La Candelaria’.
Vive actualmente frente a la Academia Colombiana de Letras, de la cual es Miembro Correspondiente desde 1982 y Miembro de Número desde 1984. Es la primera mujer que alcanzó dicha jerarquía en Colombia.
En 1984 fue nombrada Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española.
Ha recibido numerosos premios y homenajes.

Muy temprano se había despertado su inclinación a la literatura.
Recuerda que a los once años escribía novelas en el colegio.
Ya adulta, lo hacía cuando volvía de la oficina ‘robándole minutos a las horas que había vendido’.
Su primer cuento ‘Tarde visita’ apareció en 1947 y contenía una fuerte crítica social.
Hizo varios viajes a Quito. Se hizo marxista.
Estando en España renunció al comunismo luego de la invasión rusa a Hungría.
El mismo motivo llevó a Yupanqui a desafiliarse del PC.
En Madrid, Mújica conoció a Pío Baroja, Azorín, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Camilo José Cela.

En otro orden, pero que habla de su capacidad e inquietud, fue la primera mujer gerente de banco en su país.

Si hablamos de sus premios y reconocimientos recibidos, podemos agregar que su nombre es ampliamente conocido en los ámbitos literarios de su país, sin embargo se la ha leído poco.
Quienes han analizado su obra hablan de lenguaje claro, que parece simple, sin embargo se sustenta en complejas investigaciones.
Su amplia obra está para leerse. Ojalá lo hagan las generaciones futuras.
Elisa Mújica les hablará de Colombia y de América, no del todo descubiertas, que escribió y publicó en un momento en que esta parte del mundo fue difícil hacerlo.

Les dejo un fragmento del cuento ‘El secreto de la estatua’.

‘Antes de introducirse a la telas de sus cuadros, a Gregorio le gustaba subir a la azotea de la casa.
Era una mañana de un azul que se introducía por los poros como si flotara en el espacio.
Un aire dorado y transparente, quieto y fresco, arropaba los cerros de Santa Fe de Bogotá.
No había nada que se le comparara en ninguna parte del mundo.
Era de nuevo el muchacho que madrugaba a trepar los cerros, en busca de aquellas plantas de la que los indios extraían tintes para fabricar sus mantas de algodón.
Una mujer vieja como una momia que vivía en una cueva del cerro de La Peña y a la que Gregorio regalaba bizcochuelos y chocolates, le había enseñado que los colores azules y violáceos se sacan de las maticas de árnicas.
Para ese objeto resultaba también muy a propósito la uvilla de Bogotá, lo mismo que el espino puyón. Daban un hermoso tono morado indeleble.
De la guaba lo mismo que de la cochinilla, procedía el carmín.
Para los tonos sepias aprovechaba los líquenes y musgos, tan abundantes.
Al tocarlos, Gregorio daba gusto no sólo a sus manos sino a su alma’.

*** *** ***

Su obra

'Los dos tiempos' (novela)
'Angela y el diablo' (cuentos)
'Catalina' (novela)
'Arbol de ruedas' (cuento)
'Bogotá de las nubes' (novela)
'La tienda de las imágenes' (cuentos)
Escribió literatura infantil
Tiene un estudio sobre 'Orfebrería prehispánica de Colombia'





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

'La palabra amenazada' II

Morriña del terruño