Gabriela Mistral

Maestro
Divulga América, su Bello, su Sarmiento, su Lastarria, su Martí. Has amar la luminosa meseta mexicana, la verde estepa de Venezuela, la negra selva austral. Di como se canta en la Pampa argentina, como se arranca la perla en el Caribe.
Periodista
Ten la justicia para tu América. No desprestigies a Nicaragua para exaltar a Cuba, ni a Cuba para exaltar a la Argentina.
Artista
Muestra tu capacidad de finura, de sutileza, de hondura. Exprime tu Valencia, tu Darío, tu Nervo.
Industrial
Ayúdanos a detener la invasión de la América rubia (EEUU)’
(‘El grito’ – Gabriela Mistral)

No odio al yankee, explicaba. Nos están arrollando por nuestra culpa. Le dolía más todo lo vulnerable que somos a la invasión exterior. En los poemas de ‘Tala’ acentúa la culpa por el deslumbramiento que sentimos ante lo extranjero, abogando por una identidad mestiza.

Nació como Lucila Godoy Alcayaga, en Vicuña, en el Valle de Elqui, Chile, el 6 de abril de 1889.
Luego ya joven poeta o periodista fue ‘Alguien’, ‘Soledad’ y ‘Alma’.
En 1914 cuando participa y gana la Medalla de Oro de los Juegos Florales de Santiago, firma ‘Gabriela Mistral’ (por admiración hacia el poeta Fréderic Mistral).
En los hoteles o restaurante firmaba Lucila Godoy y el mozo le contestaba ‘Gracias señora Mistral’.

Hija de la modista Petronila Alcayaga y el maestro rural Juan Jerónimo Godoy.
Lucila tenía 3 años cuando su padre abandonó la familia.
Su madre se trasladó a las aldeas campesinas de La Unión y Montegrande.
Tuvo una infancia económicamente difícil.
Fue violada a los 7 años.
A los 11 fue injustamente acusada de haber robado unas hojas en la escuela. Fue expulsada; sus compañeras la apedrearon.
Terminó su educación primaria con las lecciones que recibió de su hermana Emelina, quien la introdujo en el conocimiento de la literatura y el amor a la docencia.
Quiso ser maestra.
En la Escuela Normal de La Serena le rechazaron la inscripción.
Los directivos habían leído algunos trabajos suyos, y los consideraron ateos.
Lucila hace suya la voz de las mujeres de Chile y publica en ‘La Voz de Elqui’ el artículo ‘La instrucción de la mujer’ en el que exige que todas las mujeres tengan el derecho a la educación.
Logró su nombramiento.

A los 20 años se enamoró de Romelio Ureta, un muchacho empleado del ferrocarril que, por causas no totalmente determinadas, se suicidó en Coquimbo.
¡Oh, no! ¡Volverlo a ver, no importa dónde,
En remansos de cielo o vórtice hervidor
Bajo las lunas plácidas o en un cárdeno horror!’
Estas porfías de amor y de muerte son las que sellarán su alma de poeta.
Por este camino vinieron sus versos que hablan de amor, maternidad y muerte como destino final.
Una vez recibida de maestra, vivió un tiempo en el Valle de Elqui, luego se trasladó a Punta Arenas; ejerció en la zona de la Araucanía y marchó finalmente a Santiago.
En su retina mezcló la frondosa naturaleza del sur con las majestuosas montañas del Ande.
Incorporó esos diversos panoramas y habló de Chile en sus poemas.
Con los años aquellos paisajes terminaron fundiéndose con la geografía americana.
Se ha dicho que Gabriela Mistral es ‘más tierra que aire’.
‘Tala’ y ‘Lagar’ hunde sus raíces en las comarcas americanas.
Estos libros fueron la base de su gran ‘Poema de Chile’, en el que trabajó durante sus últimos veinte años y que fue publicado diez años después de su muerte.
El ‘Poema de Chile’ está estructurado a partir de un viaje de norte a sur de país, por tres personajes: una mujer ánima (el espíritu de la escritora), un niño indígena de Atacama y un huemul, animal típico de Chile que representa la levedad, la espiritualidad, la gracia frente a la brutalidad y violencia del cóndor. Recordemos que el cóndor aparece en el escudo del vecino país.
Iván Garrido, profesor de la Universidad Austral de Chile dice que el poema es biográfico, pedagógico e intercultural. ‘Puede ser un curso natural y cultural de Chile’.

Su poesía parte del modernismo.
Fue admiradora de Amado Nervo.
Tuvo influencias del lenguaje coloquial de Rubén Darío, aunque no el lirismo por el lirismo.
Sus versos no aspiran a captar la belleza sino la esencia de la vida.
‘Porque mi amor
Es lo que está en el beso, y no es el labio;
Lo que rompe la voz, y no es el pecho’
En 1922 aparece en Nueva York la primera edición de ‘Desolación’.
Al año siguiente José Vasconcelos, quien era Ministro de Educación de México, la invita para que colabore en la Reforma Educacional y en la organización y fundación de bibliotecas populares que llevaba a cabo el gobierno azteca.
En Santiago sale a la calle la segunda edición de ‘Desolación’.
En México se inaugura una estatua a Gabriela Mistral e imprime ‘Lectura para mujeres’.
En España aparece ‘Las mejores Poesías’, una obra antológica de la poeta.
‘Amo las cosas que nunca tuve
Con las otras que ya no tengo’
En 1924 viaja por varios países de Europa. España publica ‘Ternura’.
‘Él pasó con otra/ yo le vi pasar.
Siempre dulce el viento / y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros / lo vieron pasar!’
Al año siguiente recorre toda América.

Fue cónsul en Nápoles, Lisboa, Guatemala, México y Nueva York.
Ocupó cargos de representación diplomática de su país en Brasil, España, Francia.
En 1929 muere su madre, Petronila.
‘Vamos las dos sintiéndonos, sabiéndonos,
Más no podemos vernos en los ojos,
Ambas con pies y con acentos rotos’
Colaboró en la campaña del Frente Popular que llevó a la presidencia de Chile a su amigo Aguirre Cerda.
En 1938 la Editorial ‘Sur’ de Victoria Ocampo publica en Buenos Aires su libro ‘Tala’. Gabriela decide que todo el dinero producto de esa edición se done a las instituciones catalanas que en ese momento albergaban a niños durante la Guerra Civil Española.

El 14 de agosto de 1943 se suicida en Brasil, con arsénico, su ‘hijo adoptivo’ Juan Miguel Godoy.
La historia del hijo de Gabriela Mistral se remonta a 1925 cuando residiendo en París –se dice- que un hermano suyo enviuda y le entrega un bebé de meses. Otros dicen que era su hijo.
Volodia Teitelboim, uno de sus biógrafos, dice ‘estoy casi seguro que no era suyo. Ella rehuía lo que llamaba infernales alianzas de la carne’.
Sin embargo Doris Dana, secretaria de Gabriela Mistral, declaró en 1999, bajo el argumento de no llevarse el secreto a la tumba, que la poetisa le aseguró que Juan era su hijo.
Y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
Al recibir tu cuerpo de niño dolorido’

El 15 de noviembre de 1945, Gabriela tenía 56 años, y recibió la noticia que había ganado el Premio Nobel.
Luego de haber obtenido el máximo galardón fue recibida por el presidente norteamericano Truman. La poetisa le preguntó ‘¿No le parece una vergüenza que siga gobernando la República Dominicana un dictador tan cruel y sanguinario como Trujillo?’.
El papa Pío XII le dio a elegir una gracia especial para rezar por ella. Gabriela le contestó ‘no ruegue por mí, ruegue por los indios de América’.

En 1951 Chile le otorga el Premio Nacional de Literatura.
Sus palabras siempre fueron coherentes con aquello por lo que siempre trabajó: americanismo, indigenismo, cristianismo.
¡Como el maguey, como la yuca,
Como el cántaro del peruano,
Como la jícara de Uruápan
Como la quena de mil años,
A ti me vuelvo, a ti me entrego,
En ti me abro, en ti me baño!
Junto a Alfonsina Storni y Juana de Ibarbourou, Gabriela ha sido considerada una de las tres grandes poetisas de América.

Después de una larga enfermedad murió el 10 de enero de 1957 en el Hospital de Hempstead, Nueva York.
‘Ya me voy porque me llama
Un silbo que es de mi Dueño.
Yo bajé para salvar a mi niño atacameño
Y por andarme la Gea que me crió contra el pecho.
Sentí el aire, palpé el agua
Y la tierra. Y ya regreso’

El testamento, que había firmado en noviembre de 1956, disponía que todos los derechos de sus obras que se publicasen en América del Sur sean entregados a los niños pobres de Montegrande.
Montegrande es el pueblo, en el Valle de Elqui, a unos 470 kilómetros al norte de Santiago, donde Gabriela vivió entre los 3 y los 9 años.
La cláusula IX del testamento disponía que su cuerpo fuera sepultado en ese pequeño poblado campesino.
En Montegrande está la casa-museo de Gabriela Mistral. Hasta donde sé, estaba, lamentablemente, muy abandonada.

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Sus libros

Sonetos de la muerte. 1914
Desolación. 1922
Lectura para mujeres. 1923
Ternura. 1924
Nubes blancas y breve descripción de Chile. 1934
Tala. 1938
Antología. 1941
Lagar. 1954
Recados contando a Chile. 1957
Poema de Chile. 1967

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Fréderic Mistral fue un escritor francés, nacido en 1830.
Con su poesía épica rehabilitó la lengua provenzal.
Su obra fundamental ‘Mireia’ cuenta el amor de Vicent y una bella provenzal, Mireia. Historia equiparable a Romeo y Julieta.
Gounod compuso una ópera, en 1863, a partir de ‘Mireia’ de Fréderic Mistral.

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Enterada de la situación en que vivían ‘los presos de Bragado’ el 25 de diciembre de 1939 hizo llegar a uno de ellos, Pascual Vuotto una carta con este texto:
‘Estimado Vuotto:
Le agradezco mucho el regalo de sus dos libros, he leído casi entera su vida. Una de las cosas que más me han importado en este mundo es la suerte del preso. No es un interés literario sino muy íntimo. Su caso me ha conmovido en profundidad. Defienda su alma para conservar la esperanza y un poco de alegría. Esta es indispensable para trabajar y sencillamente para vivir. Yo sé que esto cuesta mucho, pero es heroicamente posible. Cuando Usted salga de allí, la vida le aparecerá más ancha y más hermosa que nunca. Y yo no dudo de que Usted saldrá porque tiene amigos que velan porque se haga justicia. Gabriela Mitral’

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El 5 de agosto de 1931 una bomba escondida en una encomienda mató a María Enriqueta Blanch y Paula Arruabarrena, en el pueblo de Bragado. La primera era hija del político conservador, José M. Blanch, a quien iba dirigido el artefacto.
La justicia imputó a radicales del lugar. Luego un ‘anónimo’ escrito por un ex comisario de Bragado terminó culpando del hecho a tres inocentes: Pascual Vuotto, ferroviario, y Reclús de Diago y Santiago Mainini, ladrilleros. Los tres eran anarquistas y el hecho se produjo luego de las ejecuciones de los anarquistas Severino de Giovanni y Paulino Scarfó.
La ley de ‘residencia’ de Miguel Cané, permitió a la policía de la provincia detener unas cien personas, en su mayoría sindicalistas y anarquistas.
Vuotto, de Diago y Maini fueron condenados. Desde la cárcel lucharon para demostrar su inocencia. Fueron bárbaramente torturados.
Salieron en libertad en 1942.
Pasaron en la cárcel, sin haber cometido delito alguno, durante toda la década infame.
Esta es la historia de ‘Los presos de Bragado’ que la joven antropóloga Mariana Arruti llevó al cine con ese título.



‘Grande escritores Latinoamericanos’ Tomo I-Colegio Nacional UBA-Buenos Aires.
‘La pasión de los poetas’-Jorge Boccanera-Alfaguara-Buenos Aires-2003.
‘Tala’-Gabriela Mistral-Editorial Losada-Madrid-1996.
‘Poema de Chile de Gabriela Mistral’-trabajo de la Universidad Austral de Chile. Valdivia.
‘Archivo Chile’-Historia Político Social-Santiago de Chile.
‘Centro de Estudio Miguel Enríquez’ (CEME)-Santiago de Chile.
‘Vida de un proletario, el proceso de Bragado’-Pascual Vuotto-s/e-Buenos Aires 1939.
‘Los presos de Bragado’-mediometraje documental de Mariana Arruti, con Pascual Vuotto-Buenos Aires 1995.

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