'El Principito' cumplió 67 años

‘Si le decimos a las personas mayores
“he visto una casa preciosa de ladrillo rosa,
con geranios en las ventanas y palomas en el tejado”
jamás llegarán a imaginarse como es la casa.
Es preciso decirles
“he visto una casa que vale cien mil francos”
(El Principito)

*** *** ***

El pasado 6 de abril se cumplieron 67 años de la primera publicación de ‘El Principito’, uno de los tres libros más vendidos de la historia, luego de la Biblia y ‘El capital’ de Karl Marx.

Sólo en Japón se han vendido 6 millones de ejemplares.
Los 11 millones en lengua francesa convierten a ‘Le Petit Prince’ en el mayor best seller de la literatura del país galo.

*** *** ***

Los alemanes habían tomado Francia.
Antoine de Saint Exupéry estaba exiliado en Nueva York, refugiado en un hotel.
Al parecer se sentía culpable de estar lejos de su país ocupado.
Para aminorar la falta dicen que comenzó a escribir un cuento infantil sobre un personaje rubio que solía dibujar en las cartas que enviaba a sus amigos.
El librito -cuyo borrador fue escrito en francés- se publicó en inglés, antes que en su lengua madre, en EEUU el 6 de abril de 1943.
A los norteamericanos la obra no les llamó la atención.
A los críticos tampoco.

Paul Auster sí se enorgullecía.
‘No sé cuando llegó Saint Exupéry al Central Park South.’
‘Por una de esas casualidades mi madre llegó al mismo tiempo, con sus dieciséis años. Allí vivió cinco años hasta la boda con mi padre’.
‘Me emociona pensar que mi madre fue vecina de Saint Exupéry mientras escribía El Principito’.

Saint Exupéry, que había nacido en Lyon el 29 de junio de 1900, además de pilotear aviones le gustaba actuar, cantar y dibujar.
A los 12 años tuvo su primera experiencia de volar en un avión.
A los 21 se convirtió en piloto.
Algunas de esas prácticas de vuelos fueron a los libros: ‘Vuelo nocturno’ y ‘Tierra de hombres’.
Su trabajo en Aeropostale, viajando entre Francia y África, dio lugar a ‘Correo del Sur’.
Con la misma línea luego llegó a la Argentina, para traer correspondencia a la Patagonia.
Se quedó en nuestro país dos años.
Aquí conoció a Consuelo Suncín, periodista salvadoreña, nacionalizada argentina, quien sería su esposa.

Tuvo varios accidentes de aviación.
En 1935 estrelló su avión en el desierto de Libia.
Dos años después sufre un serio accidente en Guatemala, que no le permite volver a las acciones aéreas en la guerra, aunque sí vuelos menos riesgosos.

En plena Guerra Mundial es enviado en una misión de exploración para fotografiar Grenoble, por entonces en manos de los alemanes.
Es su último vuelo.
Su avión cae al mar, cerca de Marsella. Era el 31 de julio de 1944.
Se cree que fue bombardeado por el enemigo.

La muerte no le permitió cumplir su promesa de volver a la Argentina.
Tampoco pudo ver el formidable éxito de ‘El Principito’, que en 1946 se editará en francés, una vez que su país fuera liberado.
Las ediciones han sido innumerables.
Se ha traducido a 180 lenguas y dialectos.

En 1989 un pescador sacó del Mediterráneo, enredada en su red, una cadena del escritor.
En la medalla estaba grabado el nombre de Consuelo, aquella periodista y escritora con la Saint Exupéry se había casado en nuestro país en 1931.
Aseguran que Consuelo es la inspiradora de la Rosa de ‘El Principito’.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

'La palabra amenazada' II

Morriña del terruño