Carlitos Chaplin

Para quienes fuimos al cine desde chicos
se puede decir que el cine nos vio crecer.

Muchos de nosotros crecimos con el cine.

Para quienes nacimos en una casa tan chica
que no había espacios para libros
y el entorno del barrio
no era el mejor para adquirir cultural general,
el cine suplió, como compensación del destino,
aquellas ausencias.

En la misma mágica sala,
donde se mezclaban travesuras e ilusiones,
fuimos descubriendo,
parajes lejanos, culturas, mitologías.

Junto a los cortos de
El Zorro, Buster Keaton,
El Gordo y el Flaco,
en el cine
descubrimos,
con ojos asombrados,
los problemas de la gente,
el grito social.

En esta enumeración caótica,
que podría ser infinita,
no podemos excluir a Chaplin.
Como el cine mismo
Chaplin nos hizo reír,
y nos hizo reflexionar
con ‘La quimera del oro’, ‘El chico’,
‘Tiempos modernos’, ‘El gran dictador’
Quedó definitivamente incorporado
en nuestro continente humano.

Muchos años después leí
que un reportero francés de ‘Le Poste’
refiriéndose al flamante séptimo arte
escribió que con el cine
la muerte ha dejado de ser absoluta.

Chaplin anda con nosotros por la vida.
Volvemos a tener los bolsillos
llenos de caramelos,
dulce el alma
y las manos dispuestas a aplaudir
a un personaje tierno
de bolsillos flacos.

Son los muertos,
diría Yupanqui,
que nos ayudan a vivir.

*** *** ***


Charles Spencer Chaplin nació el 16 de abril de 1889 en un arrabal del sur de Londres.

Cuando íbamos al cine, quiero decir cuando éramos niños, no sabíamos que sus navidades habían sido pobres.
Como una ironía murió una Nochebuena.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

'La palabra amenazada' II

Morriña del terruño