Chavela Vargas

‘En el bulevar de los sueños rotos
Vive una dama de poncho rojo,
Pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre
Con voz de rayo de luna llena’
(Joaquín Sabina)

*** *** ***

Isabel Vargas Lizano, nació en Costa Rica, el 17 de abril de 1919.
Es hija de Herminia Lizano y Francisco Vargas.
Poco lo debe gustar a Chavela que en una biografía suya se incluyan estos nombres.
Odió a sus padres.
Ella era muy pequeña, cuando se divorciaron.
Ambos se fueron y la abandonaron.
‘Mis padres no me querían’.
Enfermó de la vista.
Cuando estaban a punto de secarle los ojos con nitrato de plata, la sanó un indígena.
Es más, otros indios le curaron la poliomielitis.
‘Los indios son los únicos seres puros que quedan’.
Soñaba con ser cantante.
‘Hay que llenar el planeta de violines y guitarras en lugar de tanta metralleta’.
Era adolescente cuando se fue a México, que a la postre fue el país que le abrió las puertas del mundo.
Pasó mucho tiempo antes de convertirse en ‘la Vargas’.
Trabajó de criada, de vendedora de ropa infantil.

Comenzó su trabajo artístico, de la mano de José Alfredo Jiménez, en la década del 50.
‘Jiménez es un filósofo, que con sus canciones enseña a vivir, un artista que abre mundos como Atahualpa Yupanqui’.

‘Las amarguras no son amargas
Cuando las canta Chavela Vargas
Y las escribe un tal José Alfredo’.

Logra el reconocimiento popular con una canción de rebeldía del siglo XVII ‘Macorina’ a la que ella misma le hizo los arreglos.

‘Desconsolados van los devotos
De San Antonio pidiendo besos.
Ponme la mano aquí Macorina
Rezan tus fieles por las cantinas’

Recién grabó su primer trabajo en 1961.
El primero de una treintena de discos.
La cumbre artística le llegó en los años 60 y 70.

Ataviada con su típico poncho recorrió todo el territorio mexicano.
Para mediados de los 50 cantaba en un famoso teatro de Acapulco, donde iba todo Hollywood. Conoció a Rod Hudson, Grace Kelly, Ava Gadner.
Cantó en la boda de Elizabeth Taylor con Mike Todd.
Se codeó con Agustín Lara, Juan Rulfo, Diego Rivera.
Siempre fue frontal para hablar.
Se declaró homosexual.
Según ella, Frida Kahlo fue unos de sus amores.

‘Hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
Dibuja a Frida Kahlo desnuda’.

Llenó teatros que la aplaudieron de pie, cuando su ‘voz áspera de la ternura’ cantó ‘La llorona’, ‘Somos’, ‘Luz de luna’.
‘Cuando yo canto, los que me escuchan sienten. Y lloran porque se dan cuenta de que todavía son capaces de sentir. A pesar de los males del mundo’.

En México, que la adoptaron para sí, llenó las graderías de emoción cuando ponía en su voz los corridos que hablaban de la revolución mexicana, ‘Juan Charrasqueando’ o ‘Simón Blanco’.
‘No soy política ni militante de nada. El canto es mi instrumento Y lo digo cantando’.

Su afición por la bebida, y sus excesos en general, llevaron a Chavela, en los años 80 y por más de una década a retirarse de los teatros, y casi de su propia vida.

‘Se escapó de una cárcel de amor,
De un deliro de alcohol,
De mil noches en vela.
¡Quién pudiera reír
Como llora Chavela!’

En los años 90 volvió a los escenarios.
En su retorno cantó en la sala ‘El Hábito’ de Coyoacán, México.
La redescubrió Pedro Almodóvar. Su voz aparece en las películas ‘La Flor de mi secreto’ y ‘Carne Trémula’.
Cuando Chavela estuvo en Buenos Aires, Almodóvar la acompañó en el escenario.
Ha sido halagada por Ana Belén, Aute y Joaquín Sabina.
Sabina la llevó a Madrid para cantar juntos la ranchera mexicana ‘Noche de Bodas’, pero como ella no está acostumbrada a cantar a dúo, hace sola una introducción al tema hablando de su amistad con Sabina. Está en el CD ’19 días y 500 noches’.

Fue retribuida en el Palacio de Bellas Artes de México y recibida con cariño el Olympia de París.
La Universidad de Alcalá de Henares (España) le otorgó el título de ‘Excelentísima e Ilustrísima Señora’.
Una calle del pueblo español de Burgos se llama Chavela Vargas.

Chavela ha cantado en sus repertorios ‘Negra María’ de Homero Manzi, ‘Canción de las simples cosas’ de Armando Tejada Gómez y ‘Así’ de Sandro.
Amaba el tango y las canciones de Yupanqui, especialmente ‘Preguntitas sobre Dios’.
Estuvo en la Patagonia argentina, participando de la filmación de la película ‘Grito de Piedra’ de director alemán Werner Herzog.

‘Moriré un lunes, el día más aburrido, pero no quiero cruces ni llantos.
Dejen descansar a la Vargas’

*** *** ***

La Macorina, dice la leyenda, era una guerrillera cubana o luchadora de la libertad del siglo XVII.
Su nombre era María Costanza Caraza Valdés.
La poesía de la canción es de un asturiano que llegó a los 15 años a Cuba, Alfonso Camín. La música es de Chavela Vargas.
La Macorina era muy bella. La letra dice
‘Al ver tu talle tan fino
Las cañas azucareras
Se echaban por el camino
Para que tú la molieras
Como si fueras molino’




Universidad Autónoma del estado de El Morelo
‘Palabras hecha canciones. Joaquín Sabina’-Editorial Aguilar-Buenos Aires 2007.
Letra del tema ‘Por el bulevar de los sueños rotos’-CD ‘Esta boca es mía’-Joaquín Sabina-Sony.
buenavistacuba.com.

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