Julio Cortázar II

‘Cuando pasa algo raro, cuando dentro del zapato encontramos una araña o al respirar se siente como un vidrio roto, entonces hay que contar lo que pasa. Contarlo siempre, siempre quitarse esa cosquilla molesta del estómago’.

‘La realidad de los países del hemisferio sur no es uniforme. En la Argentina, el neocolonialismo económico por parte de los Estados Unidos es un problema preocupante que condiciona el orden interno. La complicidad de las clases dirigentes locales con los Estados Unidos es evidente’.

‘Del doble exilio que sentí a partir de 1973, el más grave era el exilio cultural. Porque el personal me concernía a mí. Pero lo que me pareció terrible es lo que llamo el exilio cultural: todo el trabajo que podían hacer los científicos, los artistas, los creadores, en los países donde estaban exiliados era un trabajo perdido para el pueblo argentino. Si eso se prolonga en el tiempo, puede ser fatal para el destino de un país’.

‘Con mi “erre” arrastrada hablo muy mal castellano.
Nunca me olvido que cierta vez, que trabajaba para una radio, me pidieron relatar una pelea. Bueno ya se sabe lo que me atrae el boxeo. ¡A mi juego me llamaron! Me emocioné tanto relatando la pelea, que dio por resultado que en México no entendieron nada y en Argentina muy poco, y ello me costó el empleo’.
Cortázar escribió, hasta donde sé, un par de cuentos relacionado con este deporte: ‘Torito’ (que aparece en el libro ‘Final de Juego’ y refiere al campeón argentino de los livianos Justo Suarez apodado ‘Torito de Mataderos’. Le decían Torito porque le veían similitud con aquel ‘Toro Salvaje de las Pampas’) y ‘Segundo viaje’ que está en ‘Deshoras’.

‘Ya sabe Usted que la poesía salta alegremente por encima de la lógica (“este perro es un arco iris”, “mi alma es un trocito de campana”). Es una vivencia a-lógica. Mágica si Usted quiere.
Si el principio de la lógica dice A es A, la poesía dice A es B… ¡y qué bonito queda!
No se debe ir a la poesía con el diccionario en la mano, sino envuelto en la más radiante inocencia del corazón’.
(Carta de Cortázar a Mariana Arias. Chivilcoy, 15 abril de 1942)

En el libro ‘Todos los fuegos el fuego’ aparece ‘Reunión’, un cuento que comienza ‘Nada podía andar peor, pero al menos ya no estábamos en la maldita lancha, entre vómitos y golpes de mar y pedazos de galleta mojada, consolándonos cuando podíamos con el poco tabaco que se conservaba seco porque Luis (no se llamaba Luis, pero había jurado no acordarnos de nuestros nombres hasta que llegara el día) había tenido la buena idea de meterlo en una lata que abríamos con más cuidado que si estuviera llena de escorpiones’. El relato continúa hasta que se encuentran en la Sierra con el resto de los hombres. Cuando faltaba poco para llegar, al protagonista del cuento, que amaba la música de Mozart, se le ocurrió que estaba en el adagio del cuarteto y que pronto saltarían al allegro final. En esas cavilaciones estaba cuando vio en el cielo una estrella y aunque no sabía nada de astronomía se dio cuenta que no era ni Marte ni Mercurio. Era otra estrella.
El protagonista del cuento no es otro que el ‘Che’ Guevara, cuando desembarca en Cuba para alcanzar a finales de 1958 la Sierra Maestra.
Cortázar le mostró, tiempo después, el texto a Ernesto Guevara.
El ‘Che’ le contestó que el relato no tenía nada que ver con la realidad.

Cuando se enteró de la muerte de Guevara, en Octubre del 1969, en una carta enviada ese mismo mes a Roberto Fernández Retamar le cuenta ‘el “Che” ha muerto y a mí no me queda más que silencio’. ‘Estoy seco y vacío’. ‘Esto es lo único que fui capaz de hacer en esa primeras horas’.
Yo tuve un hermano.
No nos vimos nunca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua.
Caminé de a ratos
cerca de su sombra.
No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

Decía que tenía muy mala memoria. Que no recordaba ni versos suyos. Sin embargo tenía en el recuerdo claramente unas décimas escrita por don Gaspar Nuñez de Arce, que había leído en su niñez.
El texto se publicó en ‘El Mercurio’ de Santiago de Chile el 11 de mayo de 1980. Tenía 65 años.
‘En mi vida sería yo capaz de mandarme (así decimos los argentinos) un poema capaz de narrar algo de manera tan perfectamente justa, económica y bella’.
Les dejo una décima de un total de setenta que consta el poema ‘El vértigo’ de Don Gaspar.
‘Guarneciendo de una ría
La entrada incierta y angosta,
Sobre un peñón de la costa
Que bate el mar noche y día,
Se alza gigante y sombría
Ancha torre secular
Que un rey mando edificar
A manera de atalaya
Para defender la playa
Contra los riesgos del mar.

Un cuento que me causó ‘dulce terror’ (como decía Borges) es ‘Satarsa’ de su libro ‘Deshoras’. Los protagonistas son cazadores de ratas gigantes vivas, que cada jueves entregan en el puerto a un barco que las lleva a Copenhague. ‘Pagan al contado’.
Satarsa es un palíndromo silábico.
Palíndromo es una palabra, frase o número, que se lee igual hacia adelante que hacia atrás: radar, sometemos. Trazó mal a Mozart.
Cortázar que le gustaba jugar con las palabras escribió:
‘Átale, demoníaco Caín, o me delata’.
Hay quienes toman las sílabas: gato y toga.

'Con Cortázar pasaban cosas raras todo el tiempo. Manifestaciones del azar que él no consideraba simples coincidencias. Una vez lo llamó un tal John Howell, aterrorizado porque dice que a él le pasó lo que al protagonista de ‘Instrucciones para John Howell’. A estos acontecimientos Cortázar lo llamaba 'figuras'. Aseguraba que todo respondía a 'figuras' que si se conseguían decodificarlas nos permitirían ver el futuro de nuestras vidas. Recuerdo que cuando estaba escribiendo el prólogo de ‘Historias de cronopios…’ no me podía sacar de la cabeza la imagen de una habitación llena de hilos, de pared a pared, cruzándose. Lo llamé a Julio, se lo comenté. Se río y me dijo “Guardá esa idea para la contratapa de mi próximo libro’. En ‘Rayuela’ hay un capítulo con una habitación surcada por hilos, y cuando yo lo llamé él estaba trabajando en ese texto. (Francisco Porrúa, de Editorial Sudamericana).

‘Lo que fui acompañado por la gente de Buenos Aires sobrepasa todo lo que hubiera podido imaginar. Pensé que diez años de silencio forzado, por un mecanismo que en parte se me escapa, mi imagen quedó allá, no sólo en los viejos, los cual es explicable, sino en los pibes que cuando me fui tenían 10 años. Te doy un ejemplo: a la salida de un cine en Corrientes donde había ido a ver ‘No habrá más penas ni olvido’ me encontré con una manifestación que gritaba por los desaparecidos. Me vieron en la vereda y se precipitaron todos hacia mí, me besaron, me abrazaron, casi me quedo sin campera. Es una entre muchas: un muchacho taxista me reconoció, después de un largo viaje no quiso cobrarme y me dijo que era el día más feliz de su vida’.
(Carta de Cortázar a Mario Muchnik, París, 12 diciembre de 1983)


Bibliografía
‘Instrucciones para recordar a Cortázar’. Conversación con F. Porrúa-Rodrigo Fresán-Mundo Editorial-B. Aires 2004.
‘El libro de las grandes entrevistas’-AGEA-B. Aires 2005.
‘Grandes escritores latinoamericanos’-Colegio Nacional UBA- B. Aires 2004.
‘Julio Cortázar.Cartas’1937-1983- Recop. Aurora Bernárdez-Tomos I, II y III-Alfaguara-B. Aires 2000.
‘Las armas secretas’/'Alguien que anda por ahí’- J. Cortázar-Alfaguara-B. Aires 2004.
‘Bestiario’/'Deshoras’ – J. Cortázar-Alfaguara-B. Aires 2004.
‘Todos el fuegos el fuego’-J .Cortázar. Sudamericana-B. Aires 1966.
‘Octaedro’-J. Cortázar-Alfaguara-B. Aires 2004.
‘Final de juego’/'Queremos tanto a Glenda’-J. Cortázar-Alfaguara- B. Aires 2004.
‘Salvo el crepúsculo’- J. Cortázar-Alfaguara-B. Aires 2004.
‘Julio Cortázar. Papeles Inesperados’-Alfaguara-B. Aires 2009.
‘Biblioteca Personal (prólogos)’-Jorge Luis Borges-Alianza Editorial-B. Aires 1988.
‘La fascinación de las palabras’-Omar Prego Gadea-Alfaguara- 1997.
‘Abismos de papel. Los cuentos de Julio Cortázar’-Alberto Paredes-Edit.Universidad Nacional Autónoma de México- México DF 2005.
Audiovideoteca de Buenos Aires.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

Hamlet Lima Quintana

'La palabra amenazada' de Ivonne Bordelois