De privado a público, de público a privado
‘Durante siglos la humanidad ha pasado cada vez más cosas al dominio público (Mark Kingwell. Filósofo).
‘Los bomberos, por ejemplo, comenzaron como compañías privadas.
Si uno no tenía la medalla de una brigada en la puerta de la casa y ésta se estaba incendiando, los bomberos pasaban de largo. ¿Por qué? Porque no había contrato previo.
Con el tiempo, gradualmente el servicio evolucionó en una institución pública.
Esto es lo importante: no retroceder, y menos colocarlo en la bolsa de valores a ver si es eficiente’.
‘La privatización no significa tomar una institución pública y dársela a una buena persona, privatizar es tomar una institución pública y dársela a una tiranía irresponsable (Noam Chomsky).
Las instituciones públicas tienen mucho beneficios extras, pueden operar dando pérdida porque no están buscando la ganancia; al suministrar acero barato a la industria local, eso es bueno. Las instituciones públicas pueden tener propiedad contracíclicas, es decir pueden mantener el empleo en períodos de recesión, aumentando la demanda y ayudando a salir de esa recesión. Una compañía privada no puede hacer eso en una recesión, entonces comienza a despedir obreros para seguir ganando dinero, que es su objetivo’’.
‘Hay quienes piensan que un día todo va a ser propiedad de alguien (Maude Barlow, catedrático canadiense) y no estamos hablando de bienes sino de derechos humanos, de servicios humanos, servicios esenciales para vivir, de educación, de salud pública, pensiones, viviendas, de la supervivencia en el planeta, de las áreas que creemos deben mantenerse comunes bajo control común o todos moriremos, como el agua y el aire’.
‘Al menos en el caso del aire se ha progresado. No podemos evitar deshacernos del monóxido de carbono ni de los óxidos de azufre, en este momento no podemos evitarlo. Nos estamos deshaciendo de desechos en el ambiente (Michel Walker, director Instituto Fraser) y tendremos que asumir que la cantidad de óxido de azufre que en este momento estamos emitiendo es el límite máximo. Crearemos permisos por esas cantidades, se los daremos a la gente que está contaminando y ellos tendrán un permiso para comercializarlo. Contaminar entonces tendrá un precio.
¿No sería maravilloso tener un precio para todo?
- Periodista: Parece que Usted está a favor de la propiedad privada, de cada centímetro cuadrado del planeta, de cada metro cúbico de agua o de aire.
- Michel Walker: Parece absurdo que digamos que queremos que todo el planeta sea privado. Eso no significa que quiera que Joe Bloggs sea el dueño de ese metro cuadrado, quiero que ese metro cuadrado de río le interese a alguien, que sea propiedad de un grupo, de varias personas, que estén interesados en mantenerlo. No es una idea tan descabellada. De hecho, es la solución a muchos de nuestro problemas’.
‘Los bomberos, por ejemplo, comenzaron como compañías privadas.
Si uno no tenía la medalla de una brigada en la puerta de la casa y ésta se estaba incendiando, los bomberos pasaban de largo. ¿Por qué? Porque no había contrato previo.
Con el tiempo, gradualmente el servicio evolucionó en una institución pública.
Esto es lo importante: no retroceder, y menos colocarlo en la bolsa de valores a ver si es eficiente’.
‘La privatización no significa tomar una institución pública y dársela a una buena persona, privatizar es tomar una institución pública y dársela a una tiranía irresponsable (Noam Chomsky).
Las instituciones públicas tienen mucho beneficios extras, pueden operar dando pérdida porque no están buscando la ganancia; al suministrar acero barato a la industria local, eso es bueno. Las instituciones públicas pueden tener propiedad contracíclicas, es decir pueden mantener el empleo en períodos de recesión, aumentando la demanda y ayudando a salir de esa recesión. Una compañía privada no puede hacer eso en una recesión, entonces comienza a despedir obreros para seguir ganando dinero, que es su objetivo’’.
‘Hay quienes piensan que un día todo va a ser propiedad de alguien (Maude Barlow, catedrático canadiense) y no estamos hablando de bienes sino de derechos humanos, de servicios humanos, servicios esenciales para vivir, de educación, de salud pública, pensiones, viviendas, de la supervivencia en el planeta, de las áreas que creemos deben mantenerse comunes bajo control común o todos moriremos, como el agua y el aire’.
‘Al menos en el caso del aire se ha progresado. No podemos evitar deshacernos del monóxido de carbono ni de los óxidos de azufre, en este momento no podemos evitarlo. Nos estamos deshaciendo de desechos en el ambiente (Michel Walker, director Instituto Fraser) y tendremos que asumir que la cantidad de óxido de azufre que en este momento estamos emitiendo es el límite máximo. Crearemos permisos por esas cantidades, se los daremos a la gente que está contaminando y ellos tendrán un permiso para comercializarlo. Contaminar entonces tendrá un precio.
¿No sería maravilloso tener un precio para todo?
- Periodista: Parece que Usted está a favor de la propiedad privada, de cada centímetro cuadrado del planeta, de cada metro cúbico de agua o de aire.
- Michel Walker: Parece absurdo que digamos que queremos que todo el planeta sea privado. Eso no significa que quiera que Joe Bloggs sea el dueño de ese metro cuadrado, quiero que ese metro cuadrado de río le interese a alguien, que sea propiedad de un grupo, de varias personas, que estén interesados en mantenerlo. No es una idea tan descabellada. De hecho, es la solución a muchos de nuestro problemas’.
Del documental ‘La Corporación’ de Marck Achbar, Jennifer Abott y Joel Bakan-Canadá-2003.
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