Conrado Nalé Roxlo

Se cuenta que Conrado Nalé Roxlo y Raúl González Tuñón se conocieron en la década de 1920. Fueron muy amigos.
Raúl, no tenía aún 20 años y era 7 menor que Conrado.
Una noche lo encontró en la Rioja y le pidió a este que escuchara algunas poesías que había escrito.
‘Lo abrumé –recordaría Raúl-. Esa noche le leí veinte poemas’.
Conrado que tenía un gran sentido del humor, días después le escribió:

“De versos trajo un baúl, Raúl;
Los trajo para mis males, González;
¡Ya me ha leído un montón, Tuñón!
¡Qué se te lleve un ciclón
Tus versos, hoja por hoja,
Lo más lejos de La Rioja
Raúl González Tuñón!”

*** *** ***

Tanto Conrado como Raúl habían conocido en Buenos Aires a Federico García Lorca.
Estando González Tuñón viviendo en España supo de una ponderación que Federico le hacía a Conrado.
Raúl se lo comunicó epistolarmente. ‘Federico dice aquí que tú eres el hombre de más ingenio que él había conocido en su vida’ y agrega ‘Y yo lo creo así’.

*** *** ***

Conrado Nalé Roxlo nació en Buenos Aires el 15 de febrero de 1898.
Cuando apareció el premiado libro ‘El grillo’ en 1923 se lo consideró uno de los más puros poetas líricos del país.

¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
Veo todo a lo grillo esta mañana?

Otro libro de poemas es ‘Claro desvelo’ es 1937.
Nalé fue autodidacta.
Sus poemas, han dicho los críticos, tienen espontaneidad y una nitidez propias de aquellos poemas alejados de artificios o de las rígidas normas.

‘Hay que andar por el mundo como si no importara.
Sin preguntar el nombre del pájaro y la planta,
Ni al capitán del buque, a dónde lleva agua.

Mirar al otro lado del que todos señalan,
Que es allí, dónde crece la rosa inesperada’

Parte de su obra fue traducida al inglés, francés e italiano.
Hubo que esperar hasta 1952 para que entregara su tercer libro lírico: ‘De otro cielo’.
Aquí hay luminosidad pero con meditación ante la incertidumbre y las desventuras humanas. Es un grillo cantando en el desierto.

‘Soy el que ayer sabía y ya no sabe.
Devuélveme, oh amor, la rota clave
De mi voz, de mi vista, de mi oído’.

Habían pasado dos décadas desde la aparición del primer volumen, cuando decidió componer teatro. Sin perder su alma de poeta, hizo drama con poesía, contrario al teatro realista de la época.

Cuando en 1941 le trajo una nueva brisa a la escena nacional con el estreno de ‘La cola de la sirena’ Nalé Roxlo le hacía preguntar a Alga (la sirena) luego de la operación que transformó su cauda en pies humanos

¿Qué zapatitos me pongo
Para seguir a mi amor?
¿El de cristal, el de oro
O éste de negro charol?
¿Uno de seda morada
O de raso tornasol?
¿O este de color de rosa
Y hebillas de corazón?’.

Una década después vuelve al tema de la sirena –emblema infinito del anhelo del poeta- en su último libro.

‘Va la sirena muerta por el río
Con una flecha al corazón clavada
Y desde la ribera desolada
Mis lágrimas la siguen por el río.

Mía no fue, pero fue un sueño mío.
¿Quién la devuelve al mar, asesinada?
¿Por qué pasa ante mí muerta y dorada?

¿En qué arrecife de coral distante
Irá a encallar su frágil hermosura?
Con ella encallará mi sueño amante.

Y del dardo mortal la pluma obscura
Anunciará en la tarde al navegante
Que allí tiene la mar más amargura’

Otras piezas teatrales fueron ‘Una viuda difícil’, ‘El pacto de Cristina’, ‘Holofernes y las rosas’.

En diarios y revistas publicó cuentos humorísticos.
Fue director de revistas y semanarios satíricos.
Escribió guiones cinematógraficos.
Cultivo la literatura infantil. Con ‘La escuela de las hadas’ logró una obra maestra
Integró la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Escritores.

Rogaba

‘Señor, nunca me des lo que te pida.
Me encanta lo imprevisto, lo que baja
de tus rubias estrellas, que la vida
me presente de golpe la baraja
contra la que he de jugar’.

Se le había ocurrido que este podía ser el ‘Epitafio para un poeta’

‘No le faltaron excusas
Para ser pobre y valiente.
Supo vivir claramente.
Amó a su amor y a las musas.
Yace aquí como ha vivido
En soledad decorosa.
Su gloria cabe en la rosa,
Que ninguno le ha traído’

Falleció en Buenos Aires el 2 de julio de 1971.



‘La cola de la sirena’-Conrado Nalé Roxlo-Editorial Abril SA-Buenos Aires-1987.
Diario La Nación.
Revista ‘Esperando a Godot’.

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