Movimiento 'Comercio justo'
La pobreza, el cambio climático y la crisis financiera
no caen del cielo ni suben sin proceso de la tierra.
Están manufacturados.
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El movimiento `comercio justo’ es una práctica que tiende a estimular la economía de los países pobres y busca condiciones de trabajo digna para las personas.
Pretende a través de programas una inversión vital al productor y una práctica empresarial sostenible globalmente.
El denominado ‘comercio justo’ es un movimiento de personas que exploran de que manera el mercado, más allá de su afán de lucro, sea una alternativa para que a su vez sirva para dar impulso a las economías de los que menos tienen y que trabajar no sea una esclavitud sino una labor digna del hombre.
El precio final de estos productos suelen ser un poco más caro que las denominadas ‘ofertas’ de las grandes corporaciones.
Quien adquiere un objeto con el signo de ‘comercio justo’ tiene detrás la garantía que fue fabricado dignamente, no en condiciones de explotación de los trabajadores.
He leído que solamente en España la venta de los productos de ‘comercio justo’ ha aumentado un 50% entre el 2004 y el 2007.
Según el anuario de la OMG Setem más de dos tercios de consumidores de este tipo de productos se encuentra, por ahora, en Europa.
Hasta agosto del año pasado, un millón y medio de trabajadores de los países del sur del mundo están vinculados a la Organización del sello de Comercio Justo.
Ello ha permitido que las condiciones de vida de siete millones y medio de personas hayan mejorado.
Se asegura que el ‘comercio justo’ puede impulsar la mejora de las condiciones de los trabajadores.
Si África, el Asia –oriental y meridional- y Latinoamérica aumentaran su cuota de exportaciones mundiales en un 1%, los beneficios generados supondrían cinco veces la cantidad que reciben en concepto de ayuda y sacarían de la pobreza a 128 millones de personas.
Los productos con sello de ‘comercio justo’ incluyen alimentación, ropa, cosméticos, de aseos, decoración o material de oficina.
Las grandes corporaciones se han molestado con este movimiento, fundamentalmente en la denominación ‘comercio justo’, porque el nombre supone que el comercio de las grandes compañías no lo es.
Por ahora las tiendas de venta de productos con sello ‘comercio justo’ se ubican en su mayoría en Europa, aunque se puede comprar por Internet.
Si mañana haces un regalo con el sello ‘comercio justo’ estarás regalando justicia, salario digno y respeto humano, en lugar de explotación de hombres, mujeres y niños.
No sé cuánto puede costar una pelota de futbol de una marca internacional (quiero decir, para nosotros un futbol importado), pero si sé que en Pakistán le pagan, hoy, al trabajador 40 centavos de euro por día en una fábrica de pelotas de fútbol.
Este tipo de redes no apunta sólo a obreros y empleados de grandes compañías, sino que busca que los intermediarios -importadoras, distribuidoras o tiendas- están dispuestos a reducir sus márgenes para que el productor obtenga un mayor beneficio.
Otra de las finalidades de ‘Comercio justo’ es obtener productos de calidad, con procesos respetuosos con el medio ambiente y el uso sostenible de materias primas.
‘Comercio justo’ afirma que con su trabajo se cambia la manera antigua de Comercio, que no funciona, por la manera nueva que si funciona.
Revista ‘Parasaber’-Madrid-2009.
‘www.wordfairtrade.org’
‘www.larebelióndelosprodutos.org’
‘www.eurosur.org’
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