Juan Carlos Onetti

Nació el 01 de julio de 1909.
Su padre Carlos O’Nety italianizó su apellido.
Honoria Borges, su madre, provenía de una familia brasileña.
La estrechez económica lo acompañó en buena parte de su vida.
Abandonó el secundario para trabajar.
Fue albañil, mozo, empleado.
Lo que no abandonaba era la lectura.
Tenía 19 años cuando fundó en Colón, donde residía su familia, la revista ‘La Tijera’.
A lo 21 conoció unas primas que vinieron a visitarlos desde Buenos Aires.
Se enamoró de una de ellas, María Amalia con quien se casó.
Se instaló en Buenos Aires buscando trabajo que no consiguió.
Se cuenta que caminaba por Corrientes buscando que lo invitara a comer, y de ser posible con María.
Fue por entonces, que comenzó a escribir ‘El pozo’ que luego se publicó en 1939.
Vargas Llosa consideraba que ‘El pozo’ dio origen a la novela contemporánea.
Antes, en 1932, ganó un concurso organizado por el diario ‘La Prensa’ de Buenos Aires con el cuento ‘Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo’.
Al año siguiente se separó de María Amalia, para casarse unos meses después con Raquel, una hermana menor de María.
Está de vuelta en Montevideo.
El director del diario ‘El Nacional’ funda la revista ‘Marcha’ y nombra a Onetti secretario de redacción.
Ahora, por el trabajo, tiene una vida nocturna.
En los bares y cabaret conoce a soñadores, miserables y prostitutas. Personajes de ‘Juntacadáveres’ publicado en 1964.
Se separa a Raquel.
Pasa a vivir en la redacción de ‘Marcha’.
Para 1941 es redactor, en Buenos Aires, de la agencia de noticia Reuter.
Publica sus obras en ‘La Nación’.
Obtuvo un segundo premio en Losada por ‘Tierra de nadie’.
La novela ‘Para una noche’ (1943) está inspirada en dos anarquistas españoles que había conocido en la capital uruguaya.
‘Esa gente estaba cumpliendo de verdad un destino, sin embargo sus vidas eran humillantes y triste de padecer’.
En Reuter trabajaba Elizabeth Pekelharing una holandesa que tenía un latiguillo ‘Oh, boy’ y que los porteños llamaban ‘la boya’.
Onetti se casó con ella en medio de una miseria económica que lo perseguía.
Cuando dejó Reuter, Onetti se dedicó a la publicidad.
Frecuentaba algunos bares, donde conoció un tipo frustrado que andaba con una prostituta, fuentes de la historia ‘La vida breve’ (1950).
‘Se sentó al piano.
- Cuando Usted guste, señora.
- Vaya tocando, divague… Cuando yo sienta que tengo la cosa justa que quiero cantar…
El pequeño judío entreveraba compases con lentitud.
Empezó a tocar con notable claridad, suavemente, casi en sordina.
La vie est brêve / Un peu d’amour
Un peu de rêve / Et puis bonjour’ cantó Mami’
(‘La vida breve’)
En 1955 deja Buenos Aires y a ’la Boya’.
Se fue a Montevideo con una novela iniciada ‘El astillero’, que recién saldrá de la imprenta en 1961.
Antes se había casado por cuarta vez.
Será Dorotea Muhr, ‘Dolly’, la mujer que lo acompañará hasta el final de su vida.
La revista ‘Marcha’ lo invita a ser miembro del jurado de un concurso de cuentos organizado por la revista. Era 1973.
Lo ganó Nelson Marra con su ‘Guardaespalda’, una historia que se basa sobre un comisario asesinado.
La dictadura militar uruguaya secuestra la revista, a su director, a Marras y a los miembros del jurado aduciendo que el cuento era pornográfico.
Los torturaron y los acusaron de estar vinculado a los tupamaros.
El español Félix Grande juntó firmas para la liberación de Onetti. Entre los firmantes estaban Borges y Octavio Paz.
Cuando Onetti es liberado se fue España.
En 1980 el país anfitrión le otorga el Premio Cervantes.
‘Agradezco la hospitalidad ibérica y aunque siempre me he declarado amante de la libertad, obligaría a todo el mundo a leer ‘El Quijote’.
‘Cuando entonces’ es una novela corta de 1987 donde se enriendan militares y prostitutas.
En el año de su muerte completó ‘Cuando ya no importe’ pidiéndole al diablo tiempo para terminarla.
Diecinueve años vivió en España.
Los últimos cinco, en cama.
Falleció el 30 de mayo de 1994 en una clínica de la capital española.
***
Cuando se hablaba de la ‘nueva narrativa latinoamericana’ David Viñas se preguntaba ‘¿Nueva para quién? ¿Para la mirada europea?
Para los aztecas ¿Tenochtitlan era nueva?
Para un lector de Buenos Aires muy antes de los ’60 ¿Onetti era nuevo?’
***
En 1967 Mario Vargas Llosa recibió el Premio Gallegos por ‘La Casa Verde’.
En la oportunidad dijo que quien debería recibir el premio era Juan Carlos Onetti.
***
Latinoamérica tiene una tradición en crear pueblos imaginarios en su literatura.
Comala de Juan Rulfo, Macondo de García Márquez, Río Fugitivo del boliviano Edmundo Paz Soldán.
En esa línea Onetti creó un pueblo ubicado en algún lugar de Uruguay: Santa María (‘donde nunca pasa nada’) y que aparece en varios libros suyos, así como se repiten muchos de sus personajes.
William Faulkner creó una ciudad y un condado imaginarios: Jefferson, en Yoknapatawpha, donde una familia va legando y expiando culpas vinculadas a la historia de EEUU: el abuso de los blancos sobre indios y negros.
Cuando Faulkner recibió el Nobel en los ’50 hacía siete años que las editoriales norteamericanas no lo publicaban.
***
‘Cuántas noches recalé en el “No name” con la esperanza de descubrir a Magda; estuviera allí o no el comandante.
Con una sonrisa, me hubiera bastado.
Cuántas noches me senté en una mesa del cabaret, esperando con fantástica inocencia que la madrugada proyectara desde la turbia claridad de afuera a Magda en la noche eterna de la sala. Sin indignación y aceptando la muerte de Magda, dejé, para siempre, de no encontrarla’.
(‘Cuando entonces’)

‘Grandes escritores latinoamericanos’-Colegio Nacional UBA –Buenos Aires.
‘La vida breve’-Juan Carlos Onetti-Editorial Sudamericana-Buenos Aires 1995.
‘Cuando entonces’-Juan Carlos Onetti-Editorial Sudamericana-Buenos Aires 1995.

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