María Luisa Bemberg (II)

‘Camila’ es de 1984.
Tiene dos protagonistas audaces que enfrentan la vida política y social de los tiempos de Rosas. Se realizó en coproducción con España.
De allí la presencia de Imanol Arias como Ladislao Gutiérrez.
Susú Pecoraro fue Camila.
Para el guión Bemberg tuvo la colaboración de Juan Bautista Stagnaro y Beda D’Ocampo Feijó.
Camila es una veinteañera de una familia rica de Buenos Aires.
El cura Gutiérrez es su confesor, ello sirve para disimular los encuentros que la pareja tiene. Cuando son descubiertos, juntos huyen a la provincia de Corrientes.
Hasta allí llegarán los hombres de Rosas para darles un castigo ejemplar.
Pese al embarazo de Camila, ambos son fusilados y sepultados en un cajón de armamentos.
Camila enfrenta la rígida moralidad de la época, y a instituciones como la iglesia, la familia y el estado. Todos contra ella.
Es el despotismo y la incomprensión que producen la destrucción de sentimientos y personas.
La directora manejó pulcramente la escenografía y los vestuarios.
Hubo excelentes actuaciones. Creó climas adecuados a cada situación: familiar, político, romántico.
‘Camila’ le dio a María Luisa Bemberg un reconocimiento internacional.
La película fue nominada al Oscar como mejor films extranjero en 1985.
‘Mis Mary’ tiene también producción internacional.
Julie Christie es una institutriz inglesa que un día viene a trabajar con una aristocrática familia porteña, donde la hipocresía es el alimento diario.
Como quien relata la historia es la propia Miss Mary, en gran parte del film, deliberadamente se habla en inglés.
En su relato ella recuerda, ya en Inglaterra, lo que vivió en Buenos Aires, su encuentro amoroso con el hijo de la familia argentina que le costó el trabajo.
Afuera las calles hervían con el 17 de octubre de 1945.
Bemberg vuelve a dirigir con rigor y con valentía.
El cine argentino se jerarquiza.
El 8º Festival de Cine de La Habana, de 1986, premia en ‘Mis Mary’ la Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Escenografía; y el 43º Festival de Cine de Venecia le concede el Premio al Mejor Film.
Basada en el libro ‘Las trampas de la fe’ de Octavio Paz, dirige en 1990, ‘Yo la peor de todas’, sobre el final de la vida de la excelente poeta y monja mexicana Sor Juana Inés de la Cruz.
Aquí el misogenismo y la inquisición americana destruyen una gran inteligencia.
‘El talento no tiene sexo. Si una mujer decide el silencio y la soledad para crear, tiene derecho a ello’.
La particular monja había elegido el claustro, segura de encontrar allí la libertad para su alma y su intelecto.
Pero las intrigas del poder eclesiástico llevan a un final trágico.
‘A Sor Juana no la queman, pero le queman las alas’.
Tuvo un gran elenco.
Assumpta Serna es Sor Juana, acompañada por Dominique Sanda, Héctor Alterio, Lautaro Murúa, Franklin Caicedo y Gerardo Romano.
‘Yo la peor de todas’ es una de las muy pocas películas que se filmaron en la triste década de los noventa.
Pese a ese entorno María Luisa logra hacer buen cine.
Fue el trabajo más reconocido.
El 47º Festival de La Habana le asignó el Premio OCTC, recibió el Premio a la Mejor Producción en el Festival de Chicago, el Premio Especial del Jurado de La Habana el Premio de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, el ‘Elvira Notari’ del Festival Cinematográfico de Venecia y el Festival de Cartagena la distinguió con el premio a la Mejor Película.
En ‘De eso no se habla’ Marcello Mastroiani se enamora de una enana, Charlotte.
Charlotte es la representación de lo diferente.
Podría haber sido una persona de color, un homosexual, un inmigrante, un anarquista, un poeta., cualquiera que no siga la majada.
‘La película profundiza en el universo de quienes son distintos o van en contra de lo establecido’.
Preguntada, en una entrevista, con que personaje de sus películas se identificaría, María Luisa Bemberg contestó: Charlotte.
El Festival de la Habana le reconoció el Premio al Mejor Guión por ‘De eso no se habla’.
En 1995 estaba trabajando sobre su próxima película ‘El impostor’ sobre un cuento de su tía Silvina Ocampo.
Un cáncer fulminante no le dejó cumplir su sueño.
Falleció en la Capital, el 07 de mayo de aquel año.
María Luisa fue declarada Personalidad Emérita de la Cultura Argentina, en 1995, por la Secretaría de Cultura de la Nación; y el Fondo Nacional de las Artes le otorgó el mismo año el Premio Centenario del Cine Louis Lumiere.
Desconozco, en estos casos, si fueron en vida.

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