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Mostrando las entradas de diciembre, 2009

Cándido López

Lo conocimos hace mucho. En los viejos manuales escolares cuando, junto a los textos de la Guerra de la Triple Alianza, aparecía una reproducción de sus alargadas pinturas donde con un verde y bello Paraguay de fondo se movía un batallón que parecían soldaditos de plomo. Se había iniciado a temprana edad, como pintor y fotógrafo retratista. Lo común de quienes abordaban la pintura en nuestro país en el siglo XIX, era que tomaran clase con algún artista europeo y luego, mediante una beca, se perfeccionaran en Italia. No fue el caso de Cándido López, quien desarrolló su carrera, fuera del circuito del arte argentino. Fue muy tardíamente correspondido. Cuando se lo mencionó en el libro ‘El arte de los argentinos’ de José León Pagano en 1940, comenzó un muy lento reconocimiento. Para los críticos, sus pinturas tenían más valor documental que artístico. En 1963, sus familiares entregaron al Museo Nacional de Bellas Artes, una colección de sus cuadros de batallas. El organismo tardó cinco

Ernesto de la Cárcova

Se muy poco de pintura desde el punto de vista técnico. Ello no me ha privado de haber visitados muestras, museos o exposiciones de diversos pintores. Y disfrutar. Mi afición por la fotografía me ha llevado, al menos, a intentos de elucidación para la lectura de las obras, ya que la fotografía, el dibujo y la pintura, como trabajos iconográficos, tienen algunos componentes básicos que le son comunes, en la tarea de creación, a partir de la composición, líneas, puntos visuales, colores. Ese escaso conocimiento me permite observar pinturas –llamémosle así- tradicional, no pudiendo pasar más allá del impresionismo, excepto con ayuda. Una obra que siempre me ha impactado, me ha conmovido, es ‘Sin pan y sin trabajo’ de Ernesto de la Cárcova. La he visto he reproducciones. No pierdo la esperanza de ver un día el original, que actualmente está expuesto en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Entre el final del siglo decimonónico y el principio del siglo pasado, nacía la Argentin

Susan Sontag

Susan Sontag pertenecía a esa clase de intelectuales que hacen de la crítica un principio de vida y del cuestionamiento un oficio, dice Hinde Pomeraniec en una nota que le hizo a la escritora en 1993. En Sarajevo dirigió una obra de teatro (‘Esperando a Godot’) a la luz de las velas en una ciudad devastada por la guerra. Algunos de los actores estaban heridos o le faltaban las piernas ‘Estar allí es como ir al gueto de Varsovia en 1942’. Cuestionó a los escritores que no viajaron a Bosnia, entendiendo que los intelectuales debían estar comprometidos con su tiempo. ‘No me gusta la política exterior de mi gobierno’. ‘Estuve en contra de Vietnam, de Panamá, de Granada, de la Guerra del Golfo’. ‘Han reaccionado porque los iraquíes han querido matar a Bush. Me parece algo normal’. Se preguntaba ¿acaso los norteamericanos no han querido matar a Saddam? (Sabemos que luego lo hicieron). A la pregunta si tenía expectativa con Bill Clinton –recién asumido- respondió ‘mis ideas políticas no está

Rosario Vera Peñaloza

No me excusa. Pero en mi época no existían, por lo menos en mi pueblo, los jardines de infantes. Mi etapa de estudiante comenzó directamente con la Primaria. Así que la existencia de Rosario Vera Peñaloza me llegó muy tardíamente, cuando Félix Luna y Ariel Ramirez, hicieron aquel homenaje en obra musical denominada ‘Mujeres Argentinas’. ‘Con manos sucias de tiza siembra semillas de letras y crecen abecedarios pacientemente maestra’ Los autores cumplieron su misión, además de la artística: instruyeron. Lo mío, una vergüenza. Desde ese día leo todo lo que me caiga de Rosarito Vera. Secreta forma de compensar la falta. Se educó en su provincia y en San Juan. Sus primeras letras se las enseñó una tía materna, con quien convivía, ya que sus padres fallecieron siendo ella muy pequeña. No tenía 20 años cuando recibió el título de Profesora Superior de Enseñanza, en Paraná. Estudió, además, trabajo manual, dibujo, pintura, modelado, tejido de telares, grabado, corte y confección, ejercicios fí

Matanza de Acteal

Un grupo de indígenas tzotziles se hallaba en una ermita católica de la localidad de Acteal, en la zona de los Altos de Chiapas, México. Estaban orando por la paz pidiéndole a Dios ‘para que los problemas de la región se resolvieran’. Algunos de ellos llevaban tres días de ayuno. Eran alrededor de las 10,30 de la mañana del 22 de diciembre de 1997, cuando comenzaron a escucharse tiros de armas de alto calibre que venía en dirección a la capilla. Los agresores eran un grupo paramilitar denominado ‘Máscara roja’ que habían sido llevados hasta ese pequeño poblado por camiones de la Municipalidad de Chenalhó, cuyo intendente era Jacinto Arias Cruz, del PRI, por entonces partido oficialista azteca. Hoy se sabe que los llevó a Acteal y los regresó en las últimas horas de la tarde, han dicho testimonios posteriores. Antes de la masacre de aquella mañana, un grupo de indígenas había recibido amenazas de un grupo paramilitar, pero los nativos no dieron con el fiscal. ‘Está de vacaciones hasta

Joaquín V. González

Este riojano lo hizo. Y bien. Ha sido uno de los hombres reconocidos de la Argentina. Fue miembro de la Real Academia de Lenguas de Madrid, miembro de la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya, de la Real Academia de Ciencias Políticas de Madrid, miembro de la American Social Science de Filadelfia, profesor honorario de la Facultad de derecho y Ciencias Sociales de Río de Janeiro, Miembro honorario de la Facultad de Leyes de Santiago de Chile, miembro de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona, miembro de la Central Mejicana de Jurisprudencia, profesor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo, presidente honorario del Español Instituto Criminológico de Madrid, por citar sólo reconocimiento de otros países. Político, historiador, educador, filósofo y literato, se doctoró en Jurisprudencia, con 23 años, en la Universidad de Córdoba. Ese mismo año fue elegido diputado nacional por La Rioja. Cargo que ocupó varios períodos. Redactó el proyecto de la Constitución de su prov

Santa María de Iquique

Señoras y señores Venimos a contar Aquello que la historia No quiere recordar. El Rey de Inglaterra, Eduardo VII, ya le había adelantado al Presidente chileno Pedro Montt que si los pampinos seguían con sus reclamos, él mandaba a retirar las empresas británicas que explotaban las salitreras del norte del vecino país. Si observan la pampa y la Imaginan En tiempos de la industria del Salitre Verán a la mujer y al fogón mustio Al obrero sin cara, al niño triste. El presidente no quería que el rey se enojara. Así que mandó las fuerzas armadas chilena para reprimir indiscriminadamente la huelga de los obreros. Murieron tres mil seiscientos Uno tras otro Murieron alrededor de 3.600 obreros. El informe del general Silva Renard dice que sólo eran 140. Como si matar 140 civiles desarmados, entre ellos mujeres y niños, no fuera un asesinato. Qué les puede importar la rebeldía De los desposeídos, de los parias, Ya pronto volverán arrepentidos; El hambre los traerá, cabeza gacha. *** *** *** Siem

Mi Colegio

Este año mi escuela secundaria, el Comercial Nocturno de Villa Regina (hoy Cem 83) cumplió 50 años. Fuimos cuatro los locutores que estuvimos cargo del acto: Eugenia, Carlos, Gustavo y yo, todos gente radio y exalumnos del Colegio. Me tocó abrir. Dije, ‘En la muy respetable revista ‘Nature’ apareció a principio de este año, una noticia dando cuenta que se ha descubierto una molécula que le dieron el nombre de ‘Zip’, que tiene la capacidad de quitar todos los recuerdos. Algo así como una goma de borrar la vida. Ustedes saben, si lo dijéramos en palabras de Borges, la vida es la memoria de lo vivido. O, a decir de Saramago, somos la memoria que tenemos. Hace dos años que me fui de Regina. Aquí quedaron las bardas, el río, la casa de mi infancia, la casa donde se criaron mis hijos; la Escuela 58 en el antiguo edificio, hoy Museo, donde una lejana mañana terminé la Primaria, esperé el tiempo suficiente para que el sol se ocultara por occidente, y cuando el manto de sombra dejó sin luz el

¿La persona jurídica es persona?

De una vieja película en blanco y negro: - ¡Yo no puedo hacerme responsable personalmente de los errores que cometen los demás dentro de la sociedad! - Lo que tú tienes que hacer es constituir la tienda en una persona jurídica. Te daría varias ventajas. Una de ellas es la responsabilidad limitada. Comienzas con un grupo de personas que quieran invertir dinero en la tienda, esta gente solicita autorización para funcionar como corporación, el gobierno lo autoriza y la corporación a partir de allí opera legalmente como una persona individual. La empresa Imperial Steel Co. tiene muchos de los derechos de una persona. Puede comprar y vender propiedades, puede solicitar préstamo, puede demandar en una Corte, manejar un negocio. Imperial Steel Co. junto a otros miles de personas jurídicas son parte de nuestra vida diaria. Con los mismo derechos y protección de una persona. ¿Qué clase de persona es una corporación? La corporación tiene derechos inmortales. Son personas especiales pero

Como nace una corporación

La corporación moderna nació de la era industrial. ‘La era industrial comenzó en 1712 cuando un inglés llamado Thomas Newcomen inventó una bomba a vapor para economizar agua en las minas de carbón (dice Ray Anderson, CEO de ‘Interface’ y sigue) para que los mineros pudieran sacar más carbón en vez de acarrear agua con baldes’ ‘Era producir más. Más carbón por hora/hombre’. ‘Así nació la era industrial’. ‘Después fue más acero por hora/hombre, más textiles por hora/hombre, más automóviles por hora/ hombre, y hoy es más chip por hora/hombre, más dispositivos por hora/hombre. El sistema básicamente es el mismo produciendo cosas más sofisticadas (sic)’. ‘El rol dominante de la corporación en nuestra vidas (Profesor Noam Chomsky) es un producto del siglo pasado. Originalmente las corporaciones eran asociaciones de gente autorizadas por el estado para realizar algunas funciones como construir un puente’. ‘Al principio en EEUU había muy pocas compañías constituidas (Mary Zeperkick, del Progra

Clorindo Testa

Entré en conocimiento de Testa cuando Menen inauguró, sin terminar -faltaba concluir la fachada exterior- en 1992, la Biblioteca Nacional ubicada en la Plaza Rubén Darío de Buenos Aires. El arquitecto había ganado el proyecto de la Biblioteca junto a un equipo de colegas en 1962, en la presidencia de Frondizi. No se inició hasta 30 años después. La parte del edificio que contiene los miles de libros, está en el subsuelo, por una cuestión lógica de seguridad, ya que libera de peso la parte superior, y para no invadir el espacio verde. La parte central del cuerpo edilicio comunica la plaza con un espacio en que se realizan actividades culturales al aire libre y tiene un acceso tan ágil que invita naturalmente a ingresar. En la parte superior, que es más ancha que la planta a ras del suelo, están las oficinas administrativas y salas de lectura, en sus alrededores –la parte flotante- se ubican los pasillos que vinculan los distintos sectores. El arquitecto Clorindo Testa ha proyectado y co

Documental 'La Corporación'

Hace unos meses me dediqué a mirar, diría con detenimiento, una serie de documentales que denuncian el manejo que mundialmente hace el poder económico casi siempre acompañado por el poder político. He visto ‘Zeitgeitz’ y ‘Zeitgeitz Addedum’ films norteamericanos realizado por Peter Joseph en los años 2007 y 2008 respectivamente. Luego he visto ‘La Corporación’ una película de los productores Jennifer Abbott, Mark Achbar y Joel Bakan, que realizaron en Canadá en el 2003. Me tomé el trabajo de transcribir a papel el texto, el relato, de las tres obras. He hecho una carpeta de cada película. Mejor dicho varias carpetas porque las presto quien le interese. Cada guión lo he divido en capítulos, de acuerdo a una secuencia del documental. Es decir que cada capítulo aparece con un tema completo, pudiéndose leer como si fuera un bloque independiente de otro. Lo que haré de aquí en más es ir entregando periódicamente capítulos del documental ‘La Corporación’. A su fin tocará el turno de ambas ‘

'Cuadros de una exposición'

En ‘Cuadros de una exposición’ Mussorgsky pinta con música. Una sinestesia. Modest Mussorgsky conoció en 1870, a través de su amigo Vladimir Stasov, al pintor y arquitecto Víktor Alexandrovich Hartmann. En 1873 Hartmann muere joven, a los 39 años. En la primavera del año siguiente, Stasov organizó una exposición con las pinturas del común amigo, en el Museo de Bellas Artes de San Petersburgo. Mussorgsky contemplando los cuadros decide realizar su propio homenaje personal. Compuso 15 piezas para piano que llamó ‘Suite Hartmann’. La denominación ‘Cuadros de una exposición’ sobrevino después; como es posterior, de 1922, el arreglo para orquesta que hizo Maurice Ravel. Hay varias orquestaciones pero la más conocida es la del autor del ‘Bolero’. De las obras expuestas en San Petersburgo, Mussorsky toma diez creaciones de su amigo artista: - El gnomo. - El viejo castillo. - Las Tullerías. - Bydlo. - Baile de los polluelos en sus cascarones. - Samuel Goldenberg y Schmuyle (Dos judíos polacos)

Día del minero

Es hoy, 4 de diciembre. La jornada se estableció en homenaje a Santa Bárbara, patrona de los mineros. No confundir con el día de la minería, que se memora el 7 de mayo, en homenaje a la primera Ley de Fomento Minero sancionada el 7 de mayo de 1813 por la Asamblea Constituyente, a propuesta de la Junta de Gobierno. Temor del sábado Jaime Dávalos El patrón tiene miedo que se machen con vino los mineros. El sabe que les entra como un chorro de gritos en el cuerpo. Que enroscado en las cuevas de la sangre les hallará el silencio, el oscuro silencio de la piedra que come sombra socavón adentro. Que volverá, morado, con bagualas del fondo de los huesos su voz, golpeando dura como un puño en el tambor del pecho. Con pupilas abiertas como tajos le pedirán aumento, mientras quiebren, girando entre las manos, el ala del sombrero, y los ojos, de polvo y pena, tristes, les caigan como manchas sobre el suelo. Hay que esconder el vino entre cerrojos, el vino pendenciero. Hay que esconder

Un cerebro que quedará en la memoria

Henry Molaison, falleció el 02 de diciembre del año pasado. Tenía 82 años. Fue, quizás, el paciente más famoso en la historia de la neurología. Se lo identifica como ‘HM’. HM tuvo un accidente de bicicleta cuando tenía 9 años. Le produjo ataques epilépticos que recrudecieron en las siguientes dos décadas. No podía trabajar ni llevar una vida normal. Un médico, en 1953, tomó una decisión tan experimental como drástica. Lo operó y le extirpó la zona cerebral donde se encuentra el foco de la epilepsia. HM no tuvo más epilepsia, pero con un costo muy alto: a partir de ese momento no podía generar nuevos recuerdos. En pocos segundos se olvidaba de todo. El médico en su operación se había llevado por delante una zona del hipocampo. HM se acordaba de todo lo anterior. Su tarea en el taller mecánico, el crack de 1930, la Segunda Guerra Mundial. Conservaba una gran capacidad intelectual y un muy buen sentido del humor. Podía mantener una conversación. Más si algo distraía su atención no conocía